(Sobre Vida de un payaso muerto)
por Fabio Crisanti
Leí Vida de un Payaso Muerto (Elogio de Ignacio B. Anzoátegui) de ida y vuelta en el tren a Mar del Plata este fin de semana que pasó.
Luciano García contornea el perfil de Anzoátegui, no con un pincel o un carbón, sino con un puñal.
Luciano García contornea el perfil de Anzoátegui, no con un pincel o un carbón, sino con un puñal.
O mejor, con una navaja, como esos barberos de las películas del cine blanco y negro mudo.
Todo el tiempo juega sornástico e inocente a que esa navaja puede deslizarse y liquidarlo.
Lo observa a través de un espejo. Lo rasura, y lo expone. Y vuelve a verlo. Y más que verlo se ve junto a él. Y más: se define junto a él.
Luciano también nos cuenta la historia de una época y de un país en la que todos los ismos no habían terminado de definir sus trayectorias y sus consecuencias, o recién acababan de hacerlo.
Entonces, no había resignación.
Hacia el final, deja sin rasurarle una mota de barba, ridícula, insensata como un chiste tierno, y definitivo.
Y confiesa que, contemporáneos, hubieran sido enemigos.
Luciano García sonríe desde el espejo, a Anzoátegui, a sí mismo, y a nosotros. Abandona la navaja sobre el taburete y se retira.
Todo el tiempo juega sornástico e inocente a que esa navaja puede deslizarse y liquidarlo.
Lo observa a través de un espejo. Lo rasura, y lo expone. Y vuelve a verlo. Y más que verlo se ve junto a él. Y más: se define junto a él.
Luciano también nos cuenta la historia de una época y de un país en la que todos los ismos no habían terminado de definir sus trayectorias y sus consecuencias, o recién acababan de hacerlo.
Entonces, no había resignación.
Hacia el final, deja sin rasurarle una mota de barba, ridícula, insensata como un chiste tierno, y definitivo.
Y confiesa que, contemporáneos, hubieran sido enemigos.
Luciano García sonríe desde el espejo, a Anzoátegui, a sí mismo, y a nosotros. Abandona la navaja sobre el taburete y se retira.
BARBERO (EL HOMBRE QUE NUNCA ESTUVO ALLÍ)
Persona cuya ocupación es afeitar, cortar y acondicionar el cabello. Su lugar de trabajo se le conoce como ‘Barbería’ o ‘Casa del Barbero’. Las Barberías eran también lugares de interacción social y discurso público. En algunos casos, las barberías eran también foros públicos. Eran lugares de debates abiertos, servían para expresar la preocupación pública y la participación de los ciudadanos en los debates sobre temas de actualidad. También influyeron en ayudar a formar la identidad masculina. Otras funciones accesorias que desempeñan los barberos son las de mantener el lugar de trabajo limpio barriendo los cabellos del anterior cliente, mantener en buen uso las herramientas y, eventualmente, vender champús, tintes, pomadas y otros productos destinados al mantenimiento y embellecimiento del cabello. “Desconfía del médico joven y del barbero viejo” (Benjamin Franklin (1706-1790) Político, Científico e Inventor Estadounidense)
Persona cuya ocupación es afeitar, cortar y acondicionar el cabello. Su lugar de trabajo se le conoce como ‘Barbería’ o ‘Casa del Barbero’. Las Barberías eran también lugares de interacción social y discurso público. En algunos casos, las barberías eran también foros públicos. Eran lugares de debates abiertos, servían para expresar la preocupación pública y la participación de los ciudadanos en los debates sobre temas de actualidad. También influyeron en ayudar a formar la identidad masculina. Otras funciones accesorias que desempeñan los barberos son las de mantener el lugar de trabajo limpio barriendo los cabellos del anterior cliente, mantener en buen uso las herramientas y, eventualmente, vender champús, tintes, pomadas y otros productos destinados al mantenimiento y embellecimiento del cabello. “Desconfía del médico joven y del barbero viejo” (Benjamin Franklin (1706-1790) Político, Científico e Inventor Estadounidense)