«Yo era
César Aira, pero no podía asegurarlo del todo, ni siquiera podía decir si era
cierto o era un sueño. En mi mente había un recuerdo gris, mínimo, bajo, pero
muy vívido… Debía de ser una consecuencia natural de haber leído tantos libros
suyos. Estaba tan alucinado, tan confundido… No podía más. No podía seguir.
Todos los caminos de la conciencia llevaban a la certeza atroz de que realmente yo era César Aira...»
«Una curiosa pieza de colección. Joya del ingenio y de la irreverencia. Yo era César Aira es una obra deslumbrante en sus dimensiones de parodia y pastiche. Mímesis y caricatura al mismo tiempo. Porque los libros de César Aira deberían advertir en su portada que generan adicción y esta insólita novela de Enrique Quinteros, donde convergen la imaginación, la reescritura y la perversión, es una prueba de eso.»
Javier Fernández Paupy