«No está. Es lo primero que veo cuando entro en la sala. Pinchus, el lituano, no está. El viejo flaco de anteojos culo de botella, con el marco sucio, como cagado de moscas, con esa especie de veteado mierdoso que tienen los anteojos viejos como el propio viejo Pinchus, no está…»
Pinchus, el lituano, un paciente enfermo del corazón, se ha perdido. El que lo busca es su enfermero. Pero no hay razones médicas en la búsqueda, sino algo mucho más importante para el protagonista: una historia, un relato que el viejo Pinchus le hizo el día anterior a desaparecer del sanatorio donde estaba internado. Desde los primeros relatos del mundo, cuando los narradores se sentaban al calor del fuego bajo las estrellas a narrar un suceso maravilloso, los hubo de dos tipos: aquellos que contaban las hazañas de un viaje hacia fuera de los límites de la comunidad, y los que daban cuenta de un viaje hacia la fantasía de los ensueños y visiones. Había entonces dos tipos de narrador, el héroe viajero y el visionario o profético. Pinchus combina ambos en una intrincada madeja de acontecimientos y personajes: desde una ascensorista que puede hablar con los muertos hasta un par de ancianas devotas que odian a San Expedito.
Rolando Ariel Pérez (Bs. As. 1966). Estudió filosofía en la UBA. Fundó las revistas El Perseguidor y Documentos de Cultura. Hijo de obrero industrial y de enfermera, comenzó a trabajar a los nueve años en una farmacia, y fue carpintero, cocinero, taxista, vendedor de muletas y empleado de exportaciones. El fin de siglo lo descubrió diseñando planes de negocio y viajando a Silicon Valley en busca de inversores de riesgo; el 2001 lo reembolsó como camarero de un bar del microcentro porteño. El nuevo siglo, acto seguido, lo eyectó como viajero planetario en calidad de stage manager teatral. De vuelta al país fue negro literario para Planeta, ghost writer de novelas eróticas, guionista de Discovery Channel, autor y director de teatro, y guionista de historietas. A dúo con el artista plástico Martín Vega ganó el Primer Certamen de Historieta Argentina con un guión sobre Nicolino Locche, y junto al Director chileno Sebastián Vila el Premio Iberescena de Dramaturgia con un grotesco sobre el conflicto del Beagle (Beagle 78). El término (2008) Simpatizo con todo (2013) y Líder brujo bailarina (2016) son algunas de las obras que escribió y montó. Herencia de Gloria (Discovery) y el film Freddy, estrenado en el Festival de Cine de Cartagena de Indias en marzo de este año, algunos de sus trabajos en materia de cine y TV. Es músico y devoto del boxeo.
Pinchus es su primera novela firmada, que inaugura un cuarteto que se seguirá con Dolavos, Caña, y Turco.