Sobre Mi vida fascista y yo
LA MÁQUINA DE INSCRIBIR 
Libros son libros, no importa cómo circulen. Y si la prosa clama por un lector y el mismo discurre entre miles de páginas que ocultan el fin: verdadero goce de la lectura. Una falleba para espiar la diferencia intelectual, he aquí ejemplo. ¿Qué es un escritor cuando lo escrito por sí es también para nadie? ¿A dónde va el yo del creador de un pequeño cosmos? El realismo es imposible, no más que como informe policial o de inteligencia, y así tiene una intención política. García hace política de la inutilidad de todo informe: “Lo que yo tengo que hacer es inventar al autor de mi obra”. Elucubra un cero a la izquierda, el suyo propio, para “demostrar que el mundo existe, escribir el Quijote”.
La voluntad de narrar lleva hacia la dimensión de un ser cuestionado y en cadencia dislocada. Lo que se escribe cuestiona la fe en las palabras, trascendencia, esquema y trama. Los malentendidos de la crítica, de la circulación cultural, relanzan el objeto de fobia en la representación del uno hacia la víctima lectora, mecanismos de un mal generalizado en los ágrafos de turno. La dimensión de Mi vida fascista y yo es la del manifiesto concreto del juego apalabrado, bajo signos rigurosos, sin preferencias ni modales vanguardistas.
Me encontré un estilo tirado en la calle. Dije es mío. Miré para todos lados. A nadie parecía importarle…” Y el que habla es Carlos, todos los que no lo son también, porque “la gente se convierte en escritor, gana prestigio o se martiriza, para curarse, para soportar y eludir el vacío de sus vidas, de todo”. ¿A dónde va el texto cuando el cuerpo dice basta? ¿Existe la resonancia de un dios lector siempre insomne? A García lo espera el papel encuadernado, como honra.
 Omar Genovese 
Publicado en Suplemento Cultura, Perfil Diario, 02-04-2017

Catálogo


Carlos Cavallo


Mate

La vida no tiene importancia
El oficio de escribir duro
La razón de mi diva
Europa 15
El payador paranoico -y otros
Por un texto así
Narranadas
Cómo romper un vínculo
Perdón Borges
La verdad sobre la balsa
La jouissance peronista


Luciano García

La máquina de coser paraguas

El cuerpo, excepto
Impertenencias
Vida de un payaso muerto
Poses de ausente
Mi vida fascista y yo
Omar Viñole, antiescritor y antifilósofo

María García


Las extranias
Fantasticario
Un sexo, el sexo


X al cubo

Dios es argentino
La ruptura del dolor
El Antilíder


Javier Fernández Paupy

El último cíber
Un agujero lleno de basura

Gustavo Calandra

Barricada
La mística invicta

Johanna López Santos

Nimo... descuidos de un creador

Marcelo Neyra

Instrucciones para plastificar un baño

Ernesto Gallo

La libido disfrazada de anafe

Leandro Alva

El maxilar de Gardel

Rolando Pérez

Pinchus

Enrique Quinteros

Yo era César Aira

Ezequiel González

Filosofía menor y petisa

Lux Lindner

Notas para una argentinística y otras páginas

Cai Olagán Ruci

Adaptarse o Pérez ser
Un 5 mejor que d10s
Jorgito Tamagno
Pérez vuelve