Nápoles arrastra la cruz de ciudad apestada. Es la víctima de las epidemias de cólera, del esputo de magma del Vesubio cayendo sobre las ciudades, de las hambrunas de posguerra y la prostitución de las familias ante los Aliados victoriosos; pero también de la insurrección popular, un pueblo famélico y humillado, a machete y ladrillazo contra los ocupantes nazis. Hagamos la clásica postal: pasajes y escaleras húmedos de meo que huelen a pajarera, los balcones cariados de verdín cruzados de cableríos donde los vecinos se comunican a los gritos, los pibes de la Camorra trapicheando en los bares, un poster enmarcado de Maradona, rancio y sentimental como la foto de una abuela muerta, decorando las barras de todas las pizzerías de suburbio. El turista que cae a Nápoles se inflama de selfies decadentes.

Esta es una novela de contra-postales, Gustavo Calandra no es italiano, es un cronista alucinado por captar la vibración de Nápoles, el anti turista que se hunde en los barrios como un paisano más escoltado por su perra Chicha. Su peregrinaje tiene la maldición de que todos los mitos napolitanos revivan para él y se troquen en postal de pesadilla. Todos los antiguos estigmas napolitanos se brindan, renovados, actualizados, para el placer –o la desgracia– del narrador. Surge una nueva pandemia, los carabinieris copan las calles y estallan las revueltas, cierran los bares, toques de queda, los drones moscardean el cielo, vuelven los bares, el pueblo recupera su espíritu de velorio cómico. Y Calandra deja registro con un estilo rústico e hipermoderno, picado de neologismos que cruzan el lunfardo con la jerga napolitana, incorpora el tufo podrido de la antigua Nápoles y lo renueva. Nosotros, cómodos lectores, podemos disfrutar de esta novela-crónica, que da cuenta burlonamente de una época excepcional, donde por fin pasó algo.

 Agustín Caldaroni



GUSTAVO CALANDRA: Buenos Aires (1979). Docente, activista, escritor. Desde febrero de 2020 devenido figlio del Vesuvio por adopción. Publicaciones independientes: La cabeza de Orfeo I, II y III (2000, 2002, 2004) y Malón mestizo (2011). Lxs que luchan, Palabras amarillas, Buenos Aires, 2016. Barricada, Ediciones del trinche, Rosario, 2019.

CHICHA: Buenos Aires (2012). Mestiza de pechito blanco. Compañera inseparable, juguetona y amante de la comida. A los seis meses deja la vida callejera en su Constitución natal donde era conocida como "Negrita" para vivir en Villa Crespo. Llega a Italia en la bodega un Boeing en 2020 y desde entonces recorre el país en trenes regionales.



Catálogo


Carlos Cavallo


Mate

El oficio de escribir duro
La razón de mi diva
Europa 15
El payador paranoico -y otros
Por un texto así
Narranadas
Cómo romper un vínculo
Perdón Borges
La verdad sobre la balsa
La jouissance peronista

Luciano García

La máquina de coser paraguas

El cuerpo, excepto
Impertenencias
Vida de un payaso muerto
Poses de ausente
Mi vida fascista y yo
Omar Viñole, antiescritor y antifilósofo

María García


Las extranias
Fantasticario
Un sexo, el sexo


X al cubo

Dios es argentino
La ruptura del dolor
El Antilíder


Javier Fernández Paupy

El último cíber
Un agujero lleno de basura

Gustavo Calandra

Barricada
La mística invicta

Johanna López Santos

Nimo... descuidos de un creador

Marcelo Neyra

Instrucciones para plastificar un baño

Ernesto Gallo

La libido disfrazada de anafe

Leandro Alva

El maxilar de Gardel

Rolando Pérez

Pinchus

Enrique Quinteros

Yo era César Aira

Ezequiel González

Filosofía menor y petisa

Lux Lindner

Notas para una argentinística y otras páginas

Cai Olagán Ruci

Adaptarse o Pérez ser
Un 5 mejor que d10s
Jorgito Tamagno
Pérez vuelve